Por motivos
de trabajo he estado unos días alejada del mundo BDSM y por la tanto de escribir
en este blog.
Antes de
seguir con nuevos post querría terminar mi argumento de los dos post anteriores
sobre fantasías colectivas de mujer.
Es evidente
que a veces la publicidad nos mete en condición de sumisión, cuando no en situaciones
más fuertes de abuso o incluso violación.
Lo curioso
de todo esto es que la mayoría de los anuncios que he mostrado van dirigidos a
nosotras. Es decir, el publicista sabe que en nuestras fantasías ocultas están esos
deseos de sumisión, entrega e incluso abuso. Llama desde la publicidad a
nuestro subconsciente y aunque las campañas sean calificadas de machistas o
efectistas, lo cierto es que nadie gastaría cientos de miles de euros en estas campañas
sabiendo que van a molestar a su público objetivo, nosotras, las mujeres.
La conclusión es que aunque seamos
una minoría las que estamos en el BDSM al servicio de un Amo. Muchas mujeres
en su interior lo tienen al menos como fantasía .
Como una
imagen vale más que mil palabras termino la serie con algunos ejemplos.