Pertenezco a quién me hizo superar mis límites psíquicos y físicos. A quién me mostró un mundo nuevo y desconocido a los mortales. A quién me llevo al infierno.
Pertenezco a quién me hizo sentir única. A quién me hizo pública y a la vez exclusiva. A quién me hizo temblar y llorar. A quién me enseño la dureza y la dulzura.
Pertenezco en definitiva a quien me tomó y usó con determinación y me hace gozar cada día con ello.