El Cisne Blanco, mi
yo diario. El Cisne Negro, mi yo oscuro
No soy una
mujer insegura, hay una voz interna que
me dice siempre que lo voy a conseguir que de alguna forma obtendré aquello que
quiero y que me he propuesto pero eso solo es aplicable en mi mundo vainilla. Mi
otro mundo, el que tú has creado, es muy diferente, me siento frágil,
dependiente de ti y a veces pierdo esa seguridad de la que tan orgullosa estoy
en mi personalidad de cisne blanco.
El cisne negro es un personaje de la noche,
un ser que tú has diseñado de acuerdo a
tus caprichos. Un objeto hecho para tu placer, que apenas tiene voluntad. Digo
apenas, porque a veces me rebelo contra ese personaje, nunca contra ti Mi Señor.
Es un reflejo instintivo que no puedo controlar, que viene de muy dentro y que
procede de mis más profundas convicciones, como mujer de mi época y mi mundo.
Pero ese
cisne negro es inseguro, es el resultado de tu destrucción de la personalidad
del cisne blanco. Debo crear una nueva que se adapte a ese personaje que
sale de mí y no es fácil. Sé que no te gusta esa inseguridad y que poco a poco
la vas corrigiendo, a veces con paciencia, otras con castigo. Acepto el castigo
como algo necesario en mi formación y quiero que venga lo antes posible si eso me
hace ser mejor para ti, pero no puedo evitar temblar un poco sabiendo que
puedes ser muy duro.