Te pido que me vendes
los ojos, me he acostumbrado a sentir desde mi mundo interior las sensaciones
que causas sobre mi cuerpo
Silenzio
Desde que te
fuiste después de la sesión en la mazmorra no había vuelto a tener noticias de
ti. No me atrevía a llamarte ni tan siquiera a escribirte, no sabía lo que
esperabas de mi. Tal vez que pacientemente me lamiese mis heridas y aguardase
tu llamada. Ese silencio me mataba y me angustiaba. Cada vez que perdía de
vista el teléfono volvía a él con la esperanza de encontrar un mensaje pero
solo encontraba el silencio. La imaginación
me atormentaba y me di cuenta que hay castigos mucho peores que la vara de bambú.
Anteprima
Por fin el
mensaje, escueto sin preguntas, solo una instrucción “esta noche cena en el
Nikkei 225 a las 9:30 Besos”
Sensación
contradictoria entre alegría y enfado ¿y si no voy? ¿por qué no me llama?Leo de nuevo el mensaje y entro en pánico. No me dice que ceno con El, no, no puede ser, seguro que es con El. ¿Entonces por qué no me lo ha dicho? ¿me habrá organizado una cena? ¿con quién?. No otra vez no, no estoy aún preparada para hacerlo. No puedo mas, a la mierda. La imaginación empieza a volar y decido no seguir pensando. Sé que iré y respondo "Ok , estarás tu?". Luego lo tacho y envío solo el "Ok"
Elijo un
atuendo casual, nada de look sumi. Maquillaje moderado, vaqueros, camiseta de
Custo y una cazadora de cuero. La única concesión los tacones, es mi
naturaleza.
Sin embargo
apuesto por un interior cuidado, medias bajo los vaqueros y conjunto de
Victoria’s SecretMientras me visto veo en el espejo mi cuerpo lleno de marcas de la última sesión
Noto que el
vino me empieza a hacer efecto, pero es ese efecto suave y placentero que te
relaja sin hacerte perder un solo detalle de lo que ocurre, tal vez solo difuminándolos.
Adagio ma non troppo
Te pido que me vendes
los ojos, me he acostumbrado a sentir desde mi mundo interior las sensaciones
que causas sobre mi cuerpo
Me besas
suave y lentamente, necesitaba tanto esos besos el otro día en la mazmorra.
Cuando alcanzas los pezones la sensación es muy extraña, siguen doloridos pero
tu lengua los alivia. Sigues bajando y tu boca recorre los terrenos que bañó la
cera caliente y tengo que pedirte que no me hagas terminar.
Adagio de
dos cuerpos, ma non troppo. Aunque estoy encima de ti para evitar el dolor de
restregar en las sabanas mi espalda y nalgas doloridas y marcadas, eres tu
quien lleva il tempo, dirigiéndome con tus manos aferradas a mis caderas, te
sigo, Adagio, Adagio. Lento Moderato, necesito aumentar il tempo pero me
sigues manteniendo ahí, Adagio ma non troppo.
Termino,
casi en silencio, sin pedirte el permiso reglamentario. Un final casi interior,
mi cuerpo se tensa completamente y el placer lo recorre. Te clavo las uñas en
los hombros, aprieto y araño como venganza por el abandono y dejo salir así inconscientemente
mi rabia.
Me doy
cuenta que no me he preocupado de ti, que me he concentrado solo en mi misma
pero creo que era eso lo que querías.
“No me has pedido permiso, putita” , me dices de repente. Tiemblo
“ Perdón no lo pude controlar, y……”
“Sssssssss” “esta bien” me respondes tranquilizándome.
Me quitas la
venda y me duermo acurrucada sobre ti mientras acaricias mis marcas de la
espalda.