This is BDSM
Siempre he
pensado que Londres es la capital del mundo. Me encanta esa vocación de ciudad
internacional donde se mezclan como en ninguna otra las culturas Británica,
europeas (no considero la Británica dentro de las europeas) , asiáticas y
africanas. Londres combina también lo clásico con las tendencias más modernas.
La Tate Modern o la galleria Saatchi
muestran las últimas propuestas artísticas que encajan perfectamente con
las colecciones y muestras temporales del British Museum o de la National Gallery.
El mundo
londinense del BDSM es un reflejo de la ciudad. Fiestas montadas por
organizaciones internacionales celebradas en discretas casas victorianas
alejadas del centro y escondidas de las miradas de vecinos curiosos o locales
duros de los suburbios industriales.
Como siempre
tuve problemas para seleccionar qué ponerme. ¿Cómo sería el ambiente? ¿Duro o
sofisticado?
Opte por una
solución intermedia, mini de cuero con chaqueta tipo smoking y escote que
resaltase mi collar. Interior de Agent Provocateur, me había dado tiempo a
pasar por su magnífica tienda del Soho.
Zapato de tacón extremo y pulsera de Alexander McQueen, when in Rome…..
Cena animada
de 10 parejas y el organizador. Nos explica que luego en la fiesta habrá unas 50
personas. No se admite gente sola. Durante la cena miradas bajas de sumisas y
sumisos y descaradas de los Dominantes evaluando “mercancía”.
La excitación
de los momentos previos da lugar al miedo y me pego a mi Amo que me pide
intervenir en la conversación, lo hago algo nerviosa pero noto que poco a poco
me relajo.
La fiesta es
un espejo de la ciudad en la que se produce. Multiétnica. Europeos, americanos,
asiáticos, árabes con sumisas rusas y por supuestos los patrones de casa, los
inventores de la disciplina inglesa.
Una casa grande con tres pisos, el de abajo
con un par de salones grandes donde la gente charla, exhibe o simplemente
observa. En el piso de arriba dos mazmorras grandes y full equiped. En el
tercero habitaciones. El ambiente es oscuro y silencioso, con suave música clásica
de fondo.
Los Amos desnudan enseguida a sus sumisas y las pasean orgullosamente entre los asistentes. No importa el físico, hay de todo y la belleza tiene mil formas, aunque en general los cuerpos están muy cuidados.
La noche
avanza y las charlas disminuyen, las parejas y grupos van subiendo al segundo
piso. Levanto la cabeza y decido tomar una actitud un tanto desafiante. Echo
los hombros hacia a detrás para realzar el pecho, hace algo de frio y tengo marcadísimos
los pezones. Los tacones me alzan por encima de la media. Me siento bien,
excitada, asustada, nerviosa.
Mi Amo me mete un condòn en cada liga de las medias, no pregunto aunque me muero por hacerlo. Me coge la mano y me dice “vamos”.
Le sigo orgullosa
escaleras arriba temblando un poco….será el frio.